miércoles, 29 de mayo de 2013

Sellos

Se me da de puta madre hacerme la valiente cuando se trata de protegerte, pero en el fondo soy la primera que esconde la cabeza cuando me golpean a mí.
Te he visto dormir en una ciudad distinta a la nuestra y he querido quedarme a vivir en la nación de tu trasero.
He querido ser como el repartidor de leche que llama cada día a tu puerta, y que me recibieras en bragas.
Ser como el cartero que pulsa tres veces seguidas el timbre sólo para escuchar tu voz a primera hora.
Ser tu café de por las mañanas y despertarte.
Ser el periódico que no lees y tirarme. Deshacerte de mí con un movimiento de dedos y que te importe bien poco que se corra la tinta por el suelo. Total, nunca seré noticia de portada y siempre podrás buscarme en los teléfonos de contacto: "chica te busca a ti".

Nunca he sabido ser alguien que no soy, porque eso lo puede hacer cualquiera. 

Siempre he tenido más de correo que de cartero, nunca llego a tiempo y siempre acabo en otro lugar. 
No soy capaz de sacarle jugo a las ciudades y es sólo porque son ellas las que me exprimen a mí. 
La leche la tomo fría sea verano o invierno, sea contigo o sin ti.
Las duchas ardiendo para quemar los restos de mitades que nunca encontrarán su entero.
Únicamente tomo café cuando necesito mantenerme despierta, pero desde que te conozco, prefiero verte dormir.

No sé, el mundo es una verdadera mierda, en las noticias sólo hablan de muertes y al contrario que Ray Loriga, ya nadie habla de amor.
Hay más puentes que reciben los pies del enamorado como algo aparentemente ordinario y existen más suicidios emocionales que emociones suicidas.

Pero olvida todo esto, que yo estoy sentada en la misma ciudad, tomando un café, leyendo el periódico y anotando mi teléfono en una página de contactos.

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