domingo, 26 de enero de 2014

Infinito

Cada vez que entro a unos grandes almacenes me quedo mirando el sofá en el que pasaremos los domingos, contemplo la cocina donde haremos el amor, toco la manta que verá todas las películas de los sábados por la tarde, enchufo la cadena de música que pondrá la banda sonora de nuestros días, me tumbo en la cama que protegerá nuestros sueños, enciendo las luces que serán apagadas por nuestras ganas de hacernos, busco la mesilla en la que descansará tu libro preferido, miro el blanco del techo para el día que me toque echarte de menos y subo dos plantas, dirección hogar. Camino sobre un suelo que parece de terciopelo, como tu piel, y pienso en nuestra habitación, en el armario que te vestirá cada mañana de mi vida, en tu ropa en ese suelo, en la bañera de espuma que te limpiará de miedos mientras el espejo donde te reflejas en futuro me observa. 


Cada vez que voy a comprar el pan, me dejo caer en esos mismos almacenes que un día me enseñaron que el infinito empieza en tu mano y acaba en la mía.

jueves, 23 de enero de 2014

Detalles

Me he recorrido tus fotos otra vez y he conseguido percatarme de detalles que antes obviaba: tu boca. No me preguntes por qué pero cada vez que la miro siento una cosa distinta.
Es difícil pasar por alto tu boca, pero es que sólo sé besarte desde arriba. También me he fijado un poco más en tus ojos, son más claros los días de lluvia, el agua se fusiona con tu verde y, a veces, me ahogo por querer verte, ya sabes, fenómenos naturales. 
He contado en tus manos cada una de las líneas de vida que tienes grabadas y me he reafirmado: sólo hay una recta. Y lleva a tu casa. Me he perdido por querer encontrarte, 
por ansiar entrelazarme y rezarle a tu pelo. 

Estoy de camino y me he quedado parada en un cruce, el de tus piernas.

martes, 14 de enero de 2014

Feliz cumpleaños, vida

En estos instantes es como si la estuviera viendo, 
hace un rato que ha llegado de trabajar 
y cansada 
hace la comida para la familia, 
mientras pide ayuda al poner una mesa que se enfría. 

Se tumba rendida mi vida 
en el hueco de un sofá 
que ya lleva su nombre. 
Pone la tele y se olvida al sueño, 
a ver si en su pensamiento 
los días pueden pesar un poquito menos. 

Parece que la estoy viendo 
cómo me pide un café con dos de sacarina, 
parece que estoy oliendo su aroma a cielo. 
Parece que fue ayer cuando yo aún no vivía 
por mí misma 
y era ella quien me sentía, -y lo sigue haciendo- 
quien me daba el oxígeno que hoy, 
a veces, 
me falta.

Parece que fue ayer 
cuando ella aún jugaba con sus hermanas 
y no pensaba en el futuro, 
ni en las situaciones desesperadas.

Quizá, la vida no es como esperamos, 
los sueños que teníamos de pequeños, 
se han transformado en responsabilidades de niños grandes, 
los días grises son días tristes, 
pero tus dientes siempre tendrán el color de las nubes 
y para volar sólo hace falta verte reír.

Sabes cómo soy y lo sé porque sin mirarme 
ya me ves. 
Conoces dónde y cuándo tienes que preguntarme 
sobre los qué que me abordan la cabeza. 
Los años son síntoma de vida, 
y la piel también. 

Eres lo que nunca me atrevo a decirte, 
pero grito cada vez que quiero llorar y no estás, 
aunque aquí sigues. 

Eres el amor de mi vida, al que creo que todo el mundo debe referirse cuando se habla de una madre.


Feliz cumpleaños, mamá. 

lunes, 13 de enero de 2014

Puta

He sido para muchos una cobarde.
Para otros tantos
una valiente.
Para unos cuantos
una roca.
Para unos pocos
una loca.

Para ti, he sido una puta.
Un mírame y hártame de tocarme,
un ven
y un “te quiero”
pero fuera de mi vida.

He sido insaciable,
insociable,
inconsciente,
inminente,
importante,
y un paso de peatones 
en el que no dejas de pisarme.

He sido una persona
y ahora soy sólo gente.
Hablar contigo es esperar en la cola del rencor,
te has envenenando de dolor, corazón.

Siento sentir tanto amor y que no sea hacia tu tristeza
pero a veces
la vida ha sido una puta,
y no tuve más remedio
que aprender de ella.