martes, 26 de marzo de 2013

Planes

Tengo 27 planes y voy a empezar por los trece primeros.

Mi Plan A era acercarme a ti,
robarte el mediodía con miradas, 
dejar que me digas que en esa curva te vas a subir a matarte, 
porque dices que tu muerte es mi sonrisa
sin haber conocido el precipicio de tu clavícula.

Mi Plan B era besarte,
beberme el intento de no enamorarme de ti 
si vuelves a cortar el aire con tu pelo.

Mi Plan C era coserte a mi costado,
comerme mis dudas en tus costillas,
contarte que la vida es una hostia 
y que tú me devuelvas a tu realidad con una dosis de sueños.

Mi Plan D consistía en decirte que siento si necesito meter inyecciones de realidad
pero es que te tengo tanto miedo, 
que pensarte se ha convertido, a veces,
en la película de terror en la que me tapo los ojos  y dejo que se vea la vida a través de mis dedos.

-Que te tengo que mirar entre líneas,
porque sin obstáculos no me atrevo-

Mi Plan E es esperarte
aunque la mitad de mí se acojone ante tus enteros.
Espérame, que los "ven" son de cobardes
y yo ya estoy yendo.

Mi Plan F es follarte el corazón de tal manera
que crea que las primeras veces no duele,
no sangras.
Que creas que después de todo,
va a quedar alguien abrazado a tu espalda.

Mi Plan G es ganarte la guerra 
de todas las veces que no me has dicho que te deje en paz.

Mi Plan H es herirte, 
abrirte de lado a lado y colarme en tu pecho,
que sientas que tus latidos son los besos que se corren por tus venas.

Mi Plan I es imaginarnos las veces que no te tenga,
las noches en las que sólo tengo de ti tus "buenos días, pequeña".

Mi plan J es jodernos a partes iguales,
creerme las excepciones y dolernos las mitades.

No tengo Plan K, pero el plan L se trata de lamerte las heridas 
que un día te hizo Madrid, 
limpiarte las derrotas porque veo que nuestras victorias se miden en lenguas.

Mi Plan M, eres tú. 
Comenzar a. 
Comenzarte. 
Seguirte, 
acercarte, 
besarte, 
coserte, 
decirte, 
esperarte, 
follarte, 
ganarte, 
herirte, 
imaginarte, 
joderte, 
lamerte 

para después 

matarte 
y morirme.


Esto es sólo una parte de todos mis planes.
Ahora voy a salir a buscarte
y voy a comenzar por el plan B
-que el primero siempre falla-

Tú empieza por el E
y espérame. 

jueves, 21 de marzo de 2013

Pretéritamente perfecta

Es perfecta.
Pero no esa perfección donde los defectos se ausentan.
No.
Es pretéritamente perfecta.

Los verbos participan en sus gerundios.
Los adjetivos le acompañan en cada línea
donde se deja dormir en comas,
sin tener ni idea de hasta qué punto
pueden llegar a temerle los espacios.

-Cada una de sus faltas
se convierte en ortografía-

Mis ojos se tiñen del color de su vida.
Mis manos cubren todos los poros de su cuerpo,
sin dejarse ni un solo rincón desprovisto de calor.

Su perfección es única, obsoleta.
Rematadamente imperfecta.
Está compuesta de las mejores versiones de su propia esencia.

Luchar contra ella ha sido la guerra más difícil
en la que ha participado el ejército de mi sentidos.
Y tuve que plantearme la posibilidad
de quitarle el -tra al contra.

No se deja ver triste.
Apenas frunce el ceño.
Y las únicas manías que le he conocido
tienen relación directa con mi espalda.

-Ella es el anverso de todos mis (re)versos-

Y le tenéis que oír cuando habla de constelaciones.
Que usa ciertas expresiones...
Joder.
Como si realmente conociera el Universo
que esconde entre las piernas.

Como si no supiera que las galaxias están formadas
por los planetas de sus lunares.
Y sus ojos hacen de media luna
cuando me sonríe en mitad de la vida.

Anoche me preguntaron los creyentes
que desde dónde entraban en contacto contigo
y sólo pude decirles esto, amor:

         "Ella no está a la altura del cielo,
          el cielo es quien le mira cuando se pregunta
          de dónde viene tanta luz.

          Roza el suelo como cualquier mortal
          y lo convierte en paraíso.
          Adán está en sus manos
          y Eva huyó de celos.

          -El Edén se descubre
          en cada paso que ella dé-

          No es necesario moverse de la cama
          para llegar hasta su cuello,
          está a un único parpadeo de distancia.
          Y no sabéis que ésa es la mayor putada,
          porque aunque dejes de creer en ella,
          el cielo nunca se apaga.

          Es tal su omnipotencia
          que es la vida quien le sopla cuando cumple años.
          Que las maletas le llevan de viaje
          y el silencio le grita a roces.

          Ente de entrevías,
          que sólo coge trenes para no dejar de creer en utopías,
          para salvarse de los protestantes
          que no dejan de reclamar su voz.

          Así que, no le busquéis donde se encuentra lo común,
          porque lo más común de ella
          es
          que tiene un corazón,
          que ya no me cabe en el techo"


No dijeron nada.
El mundo se calló
y sólo se escuchó de fondo:

         "lleva razón,
          creedla,
          porque hasta los errores aprenden de ella"

lunes, 18 de marzo de 2013

Quitarse de en medio cuando viene el miedo

He dejado a medias el texto
donde se emancipaban mis miedos.

Ya ves,
se me da mejor hablar de ti
que no convives conmigo pero vives en mí,
que de ellos,
que viven conmigo desde que convivo en mí.

Y es que desde que te conozco
me ha invadido la osadía
de llamar a mis letras poesía.
Porque no he encontrado otra manera de tenerte
que no sea comiéndote a "bersos".

Pero yo,
aún no conociendo un todo de ti
sé que la poesía se compone del ritmo de tu risa
haciendo bailar mis arritmias.

De las eses finales que patinan en tus labios
cuando terminas las frases en cualquier plural
que nos incluya a nosotras.

Que la poesía comparte contigo tres vocales,
y cualquier intento de rima en los versos pares,
se queda corta 
si te escucho a ti hablar de vida.

Que Neruda a tu lado,
se convierte en un viejo loco
cantando desesperadamente
veinte poemas a su amada.

Que Salinas te debe su voz a ti.
Que Bécquer ya no sabe qué darte por un beso.
Que Lorca dice que dejaría en ese libro toda su alma,
y ya lees,
que te deja en cualquier portada de tapa blanda
convirtiéndote en la droga más dura.

Te deshace ahí, en el puto borde
de un libro cualquiera.
Te deja encima de una cita cualquiera
como si realmente,
existieran comillas, a dos centímetros de la tercera línea
que consigan abarcar tus siete sentidos.


-Contigo la vida tiene seis gatos
y tú eres el séptimo, Pecado-


Y me da paso.
Me invita a convertirte en polvo blanco
y dejar que me recorras por dentro.

Que subas y te instales en mi cabeza,
que me drogues,
me anestesies,
me adormezcas,
me crees sentimientos minuciosamente olvidados.

-Cuidadosamente desmenuzados-

Mientras el defecto de mi dosis hace efecto,

-te me haces,
                   me deshaces-

me dedico a pensar qué pasaría 
                                        si decido huir ahora.


-Ahora,
que luego nunca es siempre-


Que estamos a tiempo de perdernos,
porque aún no (nos) hemos ganado.
Aún no hemos decidido empezar a suicidarnos.

Que tengo la cuerda en la mano
y la mitad de mis latidos en otra.

Que me pesa más la izquierda que la derecha
y adivina en qué lado del pecho
tengo un escondite de amor.

-De ti-

Que puede que esta noche
hayan vuelto a ganar mis ganas,
pero que sepas,
que estoy a-co-jo-na-da.


Y Ray, 
“ahora vuelve a hablar de amor,
como si no tuviera problemas más urgentes.”

Como si lo más urgente que no me sucediera fueses tú.
Como si a ti te pudiese llamar amor.
Como si tuvieras idea de lo mucho que odio las redundancias.

-Como si las odiase,
como si te tuviera,
como si no tuviera miedo-

Como si me diera 
en algún momento
por dejar de pensar 
que puedes ser tú.
Que cabes 
en el hueco p-e-r-f-e-c-t-o
de mi compañera de vida.

sábado, 16 de marzo de 2013

Al parecer, apareces

Voy a dar de lado
estas ganas tan absurdas
de escribirte.

Porque yo nunca creí en ti,
y siempre me pareciste demasiado grande
para este mundo tan escueto.

Jamás te contaré
que soy capaz de llorar si abro el armario
y no huelo ni un solo gramo de nesquik.

Que nunca me hice adicta al café,
ni tomé cerveza,
-ni siquiera a morro-
por muy adulto que sonara.

No te diré
que la ducha,
me ha visto llorar
sólo porque ya se estaba acabando el día.
Ni que el tenedor
se queja,
cada vez que lo cojo de una manera distinta.

Que mi pijama me echa la bronca 
porque dice que le cambio más a él 
que a las dudas que duermen conmigo.

Amor, nunca sabrás
que he jugado contigo a ciegas,
que he hecho locuras
hasta el puto punto
de jugarme las medias en distancias enteras.

Nunca te contaré cómo es eso
de perder el aliento una mañana, 
en un Hotel cualquiera.

Ni la cantidad de palabras 
que he tenido que medir
para que no me pillara el corazón
haciendo de las suyas.

Que me puse pantalones la última vez
que me quitaron el segundo vestido,
porque decían,
que los mejores estampados
son contra el suelo.


Amor,
no vas a saber de qué pie cojeo,
desde qué hemisferio hace tiempo que no sueño,
ni desde dónde se coge el tren
para comenzar tu huida.

No dejaré entrever
que mis siete pecados capitales
son las seis letras de su nombre.

Ni que los diez mandamientos
son por dos, 
los años que he tardado en empezar a vivir.

-Lo que dura una misa
es lo que necesito para dejar de creerte-

Mucho menos te contaré cada noche
mi rutina de día.
No pensaré para ti,
porque dejaré de hacerlo.

De hacerte.
De rehacerte.
De volver a perderte.

Dejaré que te deshagas
porque así es como se echan los mejores polvos.

Te conviertes en viento
con la misma facilidad
que te cambias de verso.

Apuntas y disparas, Amor,
sin saber que las mejores balas
se acojonan con su vuelta.

Nunca, Amor, nunca
te diré todo esto a ti,
porque desde que le vi
sólo quiero contárselo a ella.

jueves, 14 de marzo de 2013

Mar de dudas

Claro que puedo escribir
los versos más tristes esta noche.

-Pero sólo hoy-

Hoy,
que he mirado al amor a los ojos.
Al primero.
Al que me cegó.
Al que me sacudió 
de esa manera tan suya,
y que yo creía tan mía.

Me ha llorado mares de dudas,
océanos,
que no podían recogerse en mis ojos.
Meandros,
de los ríos con el cauce más desbordado.

Me ha hablado de méritos 
y de justicia
y lo que es injusto,
es que no sonrías.

¿Por qué tú?
¿Por qué a ti?
¿Por qué yo?
Si yo ya sé que eres sin mí.

Pero yo aquí, contigo.

-Y pensar
que lo único que no podía permanecer 
de todo esto
es lo que quede.
A veces me hace meditar
que las medias mitades,
fueron medidas enteras-

Ensancha la cama esta noche,
hazlo por mí.
Arropa tus días, tu rutina,
y sueña con la gente bonita
que sigue recorriendo Madrid.

Que sí,
que hay gente que da
sin esperar recibir.

Que hay gente que guarda abrazos
aunque les sangre la espalda de arañazos.

Que sí,
créeme que sí,
que yo no sé en qué puto momento
quedaron para jugar al escondite,
pero tarde o temprano tienen que aparecer.

Porque unos ojos color miel
tienen que aprender a guardar
la dulzura de toda la colmena.

Así que por favor,
no te retires ahora,
que a ti siempre se te ha dado bien
hacer el papel de reina.  

miércoles, 13 de marzo de 2013

Madrid

Nada ha cambiado desde que te fuiste,
por aquí sigue lloviendo
y me sigues teniendo arrítmico el latido.

Quizá,
es que desde que no te has ido,
has parado el tiempo,
y a mí me has pillado sin relojes
para echar a correr sin ti.

Dejaste en Madrid tu ruido,
te llevaste las melodías
para viajar en tranvías
que te alejaban de mí.

Vaciaste los bares de borrachos
y los dejaste en la calle
agarrados a un vaso
como me agarro de tu risa.

Ahora
cada vez que paso por Malasaña
me preguntan si sigues tan bonita 
como aquella noche
y yo les digo que me miren
que te van a encontrar en cualquier rincón de mi vida.

Que te llevo puesta en la piel,
que hoy me he vestido de ti
y lo que me rodea son tus caricias.

Que aquí estás 
sin haberte pedido que te quedaras.
-O bueno,
a lo mejor se me escapó alguna vez,
pero no me lo tengas en cuenta,
que ya sabes que el alcohol 
transforma los pájaros en papel-

Madrid...

Madrid dejó de terminar en "de"
cuando te convertiste en valiente
y pusiste todo perdido de consonantes.

Madrid,
que sepas
que si todas las frases hablan de ti,
es porque ella se ha encargado de convertir 
las ciudades grandes
en pequeños poemas para dormir.

martes, 12 de marzo de 2013

Distancias desmedidas de medidas distanciadas

Te alejas, 
mientras creo que te rapto.
Te desplazas de uno en uno
lamiendo el asfalto.

Le sacudes las válvulas al amor
y me secas los pulmones de suspiros.

-Cómo jodes-

No sé quién te inventó,
pero hay que ser muy cabrón
para dejar los abrazos a medias,
los besos a medio dar
y los andenes a la mitad.

Hay que estar falto de magia
para crear la palabra distancia.
Hay que estar falto de ti
para joderme así.

Que cada minuto me desviva
por acortar el espacio con gritos al aire,
no es suficiente.

Y es que, 
a veces,
el tiempo no está a mi favor
y me pide por favor
que no te llame.

Que reclame los tirones de pantalones
en silencio y sin gemidos.

Que su nido,
de momento,
no es mi hueco entre el mentón 
y mi cuello.

Que nada corta más
que sus manos de doble filo
tirando de mi jersey
para rescatarme de su ausencia.

Y quien diga que la vida
no son líneas
es que no conoce de palmas.

Quien diga que el amor no hace eco,
es
porque no conoce cada hueco
que se llena de ti.

Los “ojalá” los crearon las miradas desviadas,
los vuelos de últimas llamadas.

Su cama de madrugada,
susurrando a mis pupilas
que la falta al final mata.

Los kilómetros que separan
tus flaquezas de mi ritmo.

Si pretendes que resuma
ocho días en una hora,
entonces yo te pido que te acojones
y te bajes los pantalones ante esto.


-Que esta batalla la van a ganar mis ganas-


Si me exiges que en sesenta minutos
le recuerde cuánto me falta,
entonces te obligo a adelantar las llegadas.


La distancia está hecha para los cobardes
para los que no son capaces de dejar todo
por nadie.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Una vida sin ti, es una vida a medias


Un camino sin ti
es una travesía sin árboles,
un jardín sin flores,
una puerta sin llaves.

Un abrir y cerrar de ojos,
un abrir sin cerrar las piernas.
Una duda que se instala
en mitad de la primera vuelta.

Un camino sin ti
es vivir con prisa por nada,
es mirar sin saltar al vacío,
es no correrse desde por la mañana.

-Es querer sin temer
que algo acaba-

Un camino sin ti,
es empezar la vuelta al mundo
por el color de tus mejillas,
y quedarse atascada
al principio de la clavícula.

Amor,
una vida sin ti,
es una vida a medias.

Imagínate media vida
y entenderás
la mitad de la poesía.

lunes, 4 de marzo de 2013

El porqué de mis "joder"


Mira, 
yo no sé qué coño ha hecho tu sonrisa con mis celos, 
pero rabian. 

Rabian por tu almohada, 
que esconde 
todas tus pesadillas coleccionadas.
Rabian por tus calcetines,
que te cubren los pasos que das cada día.

Rabian de tus manos, 
que te acarician más que cualquiera.
Por tus dientes, 
que tienen la suerte de acorralar tu lengua. 

-No te imaginas cómo rabian 
cuando las fotos de tu cuarto 
te ven poner el primer pie- 


Y yo...
            yo rabio, a rabiar. 
De maldecir 
no dejar de decir:  "joder".


Joder, 
que me quiero comer la vida en tus líneas. 
Joder con tus labios 
que no dejan de tentar. 

Joder con el futuro 
que siempre acaba llegando. 
Joder con las vueltas que da la vida 
-y a mí me ha dado una completa 
hace unos días-

Joder contigo 
y
joder sin ti.


Porque...
                joder, 
no dueles y no sé por qué.
Por qué estás tan presente, 
por qué me dejo engañar por ti 
que eres la equilibrista de los ciegos.

Por qué no me estás besando 
ni me estás callando estos miedos.
Por qué fiarme de tus ojos 
que solo me invitan a soñar, 
a saltar por precipicios.

Por qué las alturas 
ahora miden 174 centímetros. 
Por qué te mido 
si eres inmediata. 

-Si estás constantemente viviendo en mis manos, 
                   en mi sueño, 
                                           en mi insomnio- 

Por qué pensar en decirte 
que ojalá no te vayas nunca... 
                      que te puedo llegar a amar (si llega el momento), 
     que nada de amarrar 
            pero que no me sueltes, 
joder.

Por qué.