Me gusta, entre otras cosas,
porque a su lado mi pasado
son cien pájaros en la mano
y yo volando.
Me gusta, entre otras,
porque es capaz de no mirarme a los ojos
y seguir viéndome,
porque me habla de hipotecar el presente
por un futuro incierto,
me gusta porque me promete
cruzándome los dedos.
Me gusta,
pero también
me gustan otras.
Me gusta porque cuando hablo de vivir
el mundo es el resto
y ella
es la que suma.
Me gusta porque a su lado
miro a la libertad a la cara,
la toco
la beso
me veo ahí y entonces nunca
me atrevo a irme del todo
por miedo a ser libre sin sus alas.
Me gusta porque conoce el respeto
dentro y fuera de lo eterno,
de todo y no teme
porque sabe que siempre entre mil opciones
tengo una elección.
No teme porque sabe que mis siempre
no son de verdad,
no teme porque cuando soy yo la que promete,
sólo necesitamos descruzar los brazos
para sentirnos en casa.
Me gusta,
pero también
me gustan otras.
Me gustan mil mentes,
pero su cabeza en las nubes
no la cambio por ninguna.
Me gustan mil caras,
pero cada vez que tiro una moneda
cuando me falta el aire
me sale su cruz.
Me gustas, sobre todo
porque me gustan otras,
pero entre todas,
tú.