¿Cómo se sale de una vida cuando no
se ha entrado en ella? ¿Cómo te sacan de un lugar sin haber estado
nunca? ¿Cómo te planteas, octubre? ¿Qué me vas a quitar y cuánto
tiempo de calma me vas a entregar?
He entrado en contradicción conmigo
misma más veces de las que he podido soportar, pero he salido. A
veces, me han sacado. Ahora estoy contrariada. Esa sensación de: "será
mejor dejarlo aquí hasta que las circunstancias nos acompañen". Que
un "mientras tanto" se haga con tu vida y un "mientras pueda" me
saque de aquí. Que te vengo a decir que me sabes a poco. Que da
igual el tiempo que te quedes, que siempre que te vas me dejas con un
pedazo de ti. Puedo estar coleccionándote hasta que me lo pidas.
Pero, es curioso, ya que siempre antes de venir, me preguntas si sigo
queriendo que vengas y siempre antes de irte, nunca me dices si sigo
queriendo que te quedes. Parece que hemos asumido que cada piel tiene
un retorno, que nuestro sitio por ahora es sólo a ratos, sólo a trozos. Empiezas aportándome, acabas tornándote. De vuelta. Donde
siempre. Como siempre.
Me cuesta pensar en no verte, me cuesta
pasar los días sin ti, me gusta pensar que eres para siempre, aunque
no crea en lo eterno, me gustas sin más, a rabiar.
Hoy ya sabes que el día no acompaña,
que nuestro domingo han sido menos de cuatro horas, las otras veinte
se las llevó el sueño, y como parece que el día no puede terminar
sin una conclusión, quiero decirte que para cuando no estés (no
estar de haber salido de este sitio que te has creado en demasiado
poco tiempo, si algún día decides no ser conmigo) que sepas, que
hoy a día diecisiete de septiembre de dos mil doce, rondando un poco
más de la medianoche, me faltas. Que entiendas que mi constitución
izquierda pide a latidos que nos hagas hueco cuanto antes. Y si antes
es mañana, mejor. Y si mañana es cada día, mejor. Y si cada día
decides ser a mi lado, mejor que mejor.
Y si decides no ser algún día, que
quede constancia de la falta que me hacías, que quede reflejado en
estas letras que me tuve que hacer amiga de tu ausencia y recibirla
con la mejor cara, pero que no se olvidara tu presencia de que aquí tiene
alquilada una parte de mi espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario