jueves, 13 de diciembre de 2012

Un paseo y nada más


Y pensarte se convierte entonces
en una pelea entre mis dedos y mi pelo.
En un revoltijo de desconcierto
donde parece que el mundo se vuelve más pequeño.

No queda nada más que el recuerdo entre mis textos,
el sudor entre mis sábanas,
los buenos días sin mañana,
las buenas noches sin tu cama.

Y te vas, y regresas
todo a un ritmo tan lento 
que parece que vas hacia atrás.
Pero no.
Avanzas e impulsas mis pasos hacia a ti,
hacia nuestro próximo encuentro,
hacia tu dulzura que aparentemente,
sólo invierte en mí.

Bienvenida a este revuelo,
hasta guerra sin guerrero,
bienvenida a Madrid,
y a los conciertos de por aquí.

Perdónate por querer perderte en una ciudad
donde la noche sólo suena a Marwan,
Malasaña se ensaña con tu garganta
y mis manos sólo buscan tu piel.

Bienvenida a este alma
que reclama calma,
bienvenida a este vacío
que no espera ser llenado,
bienvenida a estas ojeras
que no inspiran confianza,
bienvenida a este interior que tirita
por cada una de tu faltas.

Sólo una última vez.
Déjame decirte que encontrarte
ha sido una suerte,
que mi vida ya no entiende de vagones
sin ti.

Que la espera entre caídas
ha sido suficiente,
y que espero que consigas
saber quedarte en mí.  

2 comentarios:

  1. ..... Saber quedarte en mí..... SUBLIME!!!

    ResponderEliminar
  2. ...hay un dicho que lamentablemente hace un derrumbe un alud en el ultimo parrafo

    "podras cortar mil flores pero no podras detener la primavera"

    ResponderEliminar