martes, 24 de septiembre de 2013

Me hiero

Tengo el corazón en un puño.
En el izquierdo 
textualmente. 

Siempre que escribo
tengo la sensación de que algo lo separa de sus latidos.

Es como si mi dedo corazón derecho
quisiera amansar el miedo
del hermano que se esconde en el lado opuesto.

Y se le antoja imposible.

Pareciese como si entre ellos
hubiera una lámina fina y transparente
simulando la claridad de un reflejo al mirarse en un espejo.
Roto.
Como los sueños.

Muevo mis yemas
y no me llego a morir de vida.

Y ésta se encoge y acelera el pulso,
se estrella contra una distancia infinita
vertical,
existente
como las vías de tren a las que me he tirado
-por despecho-
para verte.

Pero se rompe cuando me adentro
en lo más superficial de mi cuerpo
porque en el fondo 
hay demasiada gente esperando 
a que vengas tú a tocarlo.

Déjales,
están todos muertos de sueños
y yo me evado metiéndome los dedos 
salpicando el suelo de tu portal
debido a mi bulimia emocional.

Lo siento,
me estoy quedando en los huesos de tanto querer tocarme
y no encontrarme el pecho.  

4 comentarios:

  1. "Roto.
    Como los sueños".

    Y qué bonito. Y qué perfecto.

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    1. Qué bonito que a alguien le parezca perfecta una rotura :)

      Un besito.

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  2. A veces parece que el corazón está fuera del pecho y por más que intentamos colocarlo dentro no hay forma. Supongo que llega un momento en que sin que lo intentemos él sólo se vuelve a colocar en su sitio.

    Salud

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    1. Mientras se te salga el corazón por su boca, no vamos mal.
      :)

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