viernes, 4 de octubre de 2013

Nosotros


Todo el mundo busca lo que quiere en el sitio de siempre. Y no, nunca está siempre.

Siempre vamos al mismo lugar, a la misma parada de cada mañana, la misma línea de metro, la misma calle, el mismo edificio, las mismas caras, pero un día, ya no está.
Un día te levantas y caminas hacia la misma dirección, en el mismo sinsentido de siempre.
Un día como hoy sabemos que mañana es sábado y pasado nostalgia. 
Que el lunes vuelve como cada semana, después de una lluvia de recuerdos para cansarnos tan solo de pensar en todo lo que nos queda por delante. 
Nos disfrazamos de optimistas, pero somos la peor especie del mundo.
Eso no está escrito en ningún libro y me parece mal la valentía del ser humano que dijo que somos egoístas por naturaleza y él no se definió como un cabrón.

Pero te das cuenta, enseguida, de la primera frase de este texto, cuando un día, por normal que parezca, por martes, miércoles, abril, diciembre o enero que fuera, despiertas en la cama de siempre, desayunas estrictamente tal y como viene en el papel que te recomienda no tomar dulces a pesar de que la vida te amargue, enganchas el disfraz sonriente que te va a ayudar a soportar las ocho horas -con suerte- laborales que te quedan por delante y sales. 
Abrazas al cielo, ves al cartero, un escalón, dos... El autobús debe estar al llegar, pero te falta alguien. Estás en el lugar, en la parada, vas hacia la misma línea de metro, has bajado por tu calle y la oficina no se ha movido de donde estaba, pero te falta alguien.
Miras, disparas la mirada hacia el frente por si acaso una señal te da alguna pista, pero nada. 
Miras, están los de siempre, los de cada mañana, pero algo falla. 
Viene el autobús y te subes con la inseguridad de la mano porque sientes que algo ha cambiado.
Vas hacia el metro y te cruzas con él. Te paras. Caminas dos pasos hacia atrás mientras el barullo de gente parece informatizada, y buscas el reflejo de lo que te faltaba. Te miras en el espejo, y eres tú.

Te faltas en cada día por culpa de la monotonía que ha hecho que te olvides de ti. Te faltas y ha llegado el momento, en que, por fin, has conseguido mirarte. Vives en una jaula que dices que es tu casa donde sabes que tu hogar es donde se encuentren los de siempre, porque ellos nunca cambian, aunque también están enfermos de rutina.


Y digo que somos la peor especie del mundo porque dejamos que nos convenzan de que la vida es estabilidad, de que lo mejor para mañana es tener un futuro hoy. Dejamos de creer por miedo a que sea verdad eso que dicen de la felicidad, como si mañana existiese. 
Como si ser feliz no fuese una estupidez. 
Como si tener algo que hacer fuese todo, cuando realmente lo importante lo hemos perdido hace tiempo.

A nosotros. 

Nosotros, los mismos que caminamos cada mañana por el metro ignorando los reflejos.
Esos mismos, nosotros.

10 comentarios:

  1. Así me levanté esta mañana, así viajé en el metro -como casi cada mañana- y así me dio miedo mirarme: perdido.

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  2. Hay algo mágico en la rutina... Poder romperla, a mi es la motivación que me arranca cada día.
    Un saludo!

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  3. Joder...joder...joder...eso es lo único que me sale después de leerte. Cada palabra expresa a la perfección un día a día demasiado normal para dibujarnos la sonrisa.

    Tanto vivir cuadriculadamente al final nos convierte en personas infelices y que se dedican a vagar sin ganas por la vida.

    Joder, asusta pensar que pudiendo ser felices con pocos seguimos haciendo el idiota y no cambiamos.

    Maravilla leer esto. Y necesario.

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  4. Después de leerte somos un poquito menos la peor especie del mundo :)

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  5. cada vez que te leo me sorprendes.. y me encanta,me dejas sin aliento y un suspiro que sale desde las tripas.. me llegas al corazon alejandra.. tu y monica cada dia me tienen mas atrapada en sus letras,en sus videos.. no entiendo mucho de internet y lo poco que se lo utilizo para leerlas y verlas.. desde argentina abrazos y mucho cariño. para ambas. llegaron a mi vida en el momento indicado,para amar aun mas al amor,con sus palabras. exitos y amor pero porsobre todo amor que no falte!. ojala me leas.. :)

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    1. Leo siempre, Natalia. Abro los brazos para recibir todo el calor que me mandas. Un placer leerte, y ojalá seguir por mucho tiempo dejándote sin aliento, pero ojalá que sigan existiendo personas que te lo quiten. :)

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  6. gracias alejandra,


    Gracias de por responder de corazon,es lindo saber que estas ahi y te tomas el tiempo de responder.se valora. te sigo en todas las redes :) no me quiero perder nada de lo que escribes. cariños (:


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