tienes tu inseguridad debajo del felpudo.
Ten cuidado, no lo pises mucho
que enseguida baja la autoestima.
Ni se te ocurra intentar meter la llave en la cerradura,
no es que haya cambiado de puerta
es que he cambiado de entrada
y ahora no hay forma de salir de mí.
No tienes permitido el paso a ninguno de los diez escalones
que separan el mundo de mi cama.
El día que los bajaste de dos en dos
era la última vez que te iba a ver tropezar con tu sombra,
-por si no me recuerdas-.
Tienes la maleta al otro lado del portal,
que es que ni siquiera quiero que revises mi buzón de cartas,
ya te digo que está lleno de sugerencias
y seguro hay algún paquete urgente que poco me urge
en estos tiempos de calma.
No mires por la mirilla porque no me encuentro a mi otro lado.
No quiero ni que respires cerca del pomo,
que tu aliento lo detectan mis sentidos
y enseguida salta la alarma
y no estoy dispuesta a recibirte hoy,
señorita Nostalgia.
No quiero que aparezcas por mi calle,
hace ya bastante tiempo
que me tomo los domingos libres de recuerdos.
Todo esto te lo cuento por si se te ocurre volver,
que no te creo
pero por si acaso.
Me encanta, buen poema dedicado a la Nostalgia, son los mejores envueltos en metáforas.
ResponderEliminarGracias por dejar huella (casi) siempre :)
EliminarAdorable
ResponderEliminarSaludos
Gracias :)
EliminarPrecioso!
ResponderEliminarGracias (:
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